Las antenas celulares suelen instalarse en torres de telecomunicaciones especialmente diseñadas para soportar los equipos de transmisión y las antenas. Estas torres están diseñadas para ser resistentes a los vientos fuertes, las tormentas y otros eventos climáticos adversos, y se instalan a menudo en lugares elevados, como colinas o montañas, para mejorar la cobertura de la señal.
Las torres de telecomunicaciones se construyen en diferentes tamaños y formas para adaptarse a diferentes necesidades. Por ejemplo, las torres de celular más comunes son las torres auto soportadas, las torres con mástiles, las torres con estructuras en celosía y las torres con estructuras tubulares. El tipo de torre que se utiliza depende de varios factores, como el clima, el terreno, la altura necesaria y la capacidad de carga requerida.
Además de las torres de telecomunicaciones, también se utilizan estructuras de soporte más pequeñas, como postes de luz y edificios, para instalar antenas celulares en áreas urbanas y suburbanas. En estos casos, las antenas se instalan en la parte superior del poste o del edificio y se utilizan cables para conectarlas a los equipos de transmisión.
En general, la torre o estructura de soporte utilizada para instalar las antenas celulares depende de la ubicación geográfica y la topografía del terreno, así como de las necesidades específicas de la red celular.
